miércoles, 6 de abril de 2011

EL AMOR DE DIOS ES COMO EL DE UNA MADRE

Dios es como una madre amorosa. Si no fuera así, de ¿Dónde tomarían las madres su amor? Dios se define a sí mismo como ´´Clemente y compasivo, paciente, lleno de amor y fiel (Exodo34, 6). Es un amor totalmente gratuito que evoca el regazo, materno y no requiere méritos de parte del padre del ser amado porque nace del mismo Dios.

El amor es nuestra energía más poderosa, y el amor de una madre es el más fuerte y tenaz. Aunque la Biblia se refiere a Dios como Padre, las cualidades de su amor son de índole de una madre. La raíz hebrea de la palabra compasión significa ´´matriz´´ o ´´útero´´ , y la ternura, paciencia, comprensión y disposición de Dios al perdón hablan más del corazón de una madre que el de un padre. Ver ´´Dios es misericordia´´, 2Corintios 6,3-11.

Como Dios es todo amor y es manantial de amor, su manera de amar no admite comparación. Nuestra experiencia del amor, sea femenina o masculina, siempre es reflejo imperfecto de la hoguera incandescente del amor de Dios, a quien Juan define diciendo:
´´Dios es amor´´ (1jn4, 8). En esta breve definición cristalizada todos los esfuerzos de la humanidad por definir a Dios.

Así mismo dice el (Salmo 144,8-9), el Señor es clemente y compasivo, paciente y rico en amor. El Señor es bondadoso con todos, a todas sus obras se extiende su ternura, así mismo es el amor de una madre que ama, no pone condiciones, solo sabe que ama, no importa los problemas o las dificultades de sus hijos lo ama así como son.

Solo Dios y una madre comprenden lo que es sufrir por el amor. Dios pregunta al profeta Elías dos veces ¿Qué haces aquí, Elías? Y dos veces responde: sufro por amor al Señor. Pocas veces pensamos que el gozo y el sufrimiento son dos ingredientes del amor que puede darse al mismo tiempo. Cuando sufra por amor entonces entenderá lo del profeta Elías.